Nacio en Santa Clara, Cuba, en 1962. En la actualidad y por más de 17 años reside en Ontario, Canadá. De su obra ha dicho la critica:
Hablar sobre la obra de Migoya equivale a una referencial entendida a traves de lo jubiloso. La alegria recorre las lineas y los aguarreaceados de este artista como si nos quisiera anunciar que lo irradiante gobierna de manera subterranea el eikon, la realidad apresada por los sentidos y devuelta en sus imagenes coloridas. Incluso en el tratamiento de lo dramatico, muestra, una alegria prototipica, sin que por supuesto, se pueda negar en el cierta capacidad patetica. Pero para entrever lo dramatico en su discurso tenemos que aceptar, de hecho, la ausencia de arquetipos, esto es, lo dramatico entendido segun un modelo provocador, y aun más, arraigado en nosotros como receptores. El artista ha venido para decirnos que la separacion, la vida de la familia, con toda su gama insospechada, son llegado el caso alegres. Las vegetaciones, los muñecos y las sombrillas de Migoya llegan a resultar fastuosos y hasta barrocos.si le recriminamos el gusto por los aderezos, pudiéramos caer en un limite peligroso, porque nos podría responder que en toda noción representativa hay fabula y económica, pero también sobre-efectos, estos están siempre relacionados con el rejet, el adorno. Su arte da la impresion de centrarse sobre un nucleo definido que vendria a ser la fabula y luego abundante de sobre-efectos. Estos acentuan los entramados de las composiciones dandoles especificidad. La obra de Migoya ha condescendido a la complementareidad que enlazan los instantes disimilares para irse haciendo luminosa e intrincada, portadora de una magia de la que emergen la nobleza y la plenitud, en la que sus entes han dejado de pertenecerse para pertenecer al espacio arrasante de las imagenes. Pedro Llanes: Poeta, ensayista y narrador.
Recuerdo nítidamente el instante preciso cuando conocí a Migoya, me fue presentado durante la celebración de un importante salón de arte en la ciudad de Santa Clara hace algunos años. El tiempo, ese demoledor, ha transcurrido, pero Migoya permanece con su mirada, con su sonrisa, con sus dibujos y también con sus pinturas; enrevesados, barrocos aquellos, pletóricas de color estas, inundados todos por una delicada, sutil fantasía creadora. !Que Migoya es un artista!... Migoya es mago! Teresa Crego Fuentes: Doctora en Ciencias del Arte y profesora titular de la Universidad de La Habana.
...Migoya parece imbricarse en la tradición dibujística local; pero adquiriendo visos poéticos que magnifican su individualidad. Es la orgía, la simbiosis de lo animal y lo vegetal. Un jardín habitado por una fauna fantasmagórica donde los elementos copulan y se penetran mutuamente. Estamos frente a un creador de extraordinaria vitalidad, sensual, surrealizante, erótico, casi brutal, casi maldito. Antonio Perez Santos: Lic. Historia del Arte.